viernes, 1 de noviembre de 2013




ICTUS
Bajo el término ictus se engloban todas las patologías cerebro vasculares debidas a la interrupción, momentánea o definitiva, del riego sanguíneo a alguna parte del cerebro, que aparecen de forma repentina.
El ictus ha llegado a considerarse una de las principales causas de muerte en los países desarrollados. De hecho, en mujeres es la primera causa; y en hombres la segunda, por detrás del infarto de miocardio. Se consideran prioridad sanitaria; y son el motivo más habitual de ingreso en cualquier servicio de neurología.

Ictus isquémico: infarto cerebral y AIT

Este tipo de accidente cerebro vascular es el más frecuente. Se produce cuando ocurre el taponamiento de la arteria, lo que impide que la sangre alcance una zona del cerebro. Cuando esto ocurre, ni oxígeno ni nutrientes llegan y las células sufren una lesión. Es lo que se conoce como isquemia cerebral

Ictus hemorrágico

En este caso, bastante menos frecuente, el problema es la rotura de una arteria, que puede ser intracerebral (de dentro del cerebro) o de la superficie del cerebro (cerca de las capas que lo envuelven, las meninges
Factores de riesgo de un ictus
Están asociados, principalmente, a edad, sexo, raza y antecedentes familiares. Evidentemente,
 Edad: según muestran numerosos estudios, a partir de los 55 años, es más frecuente la aparición de ictus. Desde esa edad, por cada 10 años más, el riesgo se multiplica por dos; y a partir de los 75 años de edad, ya es la principal causa de muerte vascular, por franja de edad y década
  Sexo: en mujeres, la muerte por enfermedad cerebro vascular es más frecuente. Esto se explica porque a mayor edad, mayor probabilidad de sufrir un ataque; y en las franjas de edades avanzadas predominan las mujeres, por su mayor esperanza de vida.
·    Raza: parece ser que las personas de raza negra e hispanoamericana son más susceptibles de sufrir un ictus. Aunque se cree que puede deberse a que las personas de raza negra son más propensas a la hipertensión arterial y a la diabetes, no parece claro que estos factores expliquen la gran incidencia de ictus en ciertas razas.
·         Antecedentes familiares: si una persona presenta en su familia pacientes de ictus y enfermedades cerebro vasculares, tiene mayor riesgo de sufrir algún tipo de accidente cerebro vascular, en parte por la herencia genética de algunos de los factores de riesgo.
Síntomas de un ictus
Los síntomas de los ictus pueden variar considerablemente en función de la región del cerebro que haya quedado exenta de sangre. Esto dificulta en gran medida el reconocimiento del ataque. No obstante, de manera general, casi todos los accidentes cerebro vasculares cursan con, al menos, alguno de estos síntomas, de aparición repentina:
·         Trastorno brusco de la sensibilidad en cara, brazo o pierna en un lado del cuerpo.
·         Debilidad muscular repentina, en un lado del cuerpo.
·         Dificultad para hablar o para entender lo que se está diciendo.
·         Trastornos de la visión.
·         Pérdida del equilibrio.
·         Dolor de cabeza de aparición repentina y de una intensidad elevada, diferente a la habitual; que puede acompañarse de náuseas y vómitos, pérdida de la consciencia o coma, si es un ataque muy grave. Más importante en los ictus por hemorragia.
Diagnóstico de un ictus
En gran medida, los síntomas que presenta el paciente van a indicar al neurólogo la posibilidad del ictus. La exploración física puede ser útil para que el médico sospeche qué área del cerebro está afectada (aunque los síntomas de alarma son muy similares, hay síntomas muy específicos en función de las distintas zonas del cerebro que pueden ser dañadas).

Tratamiento de un ictus

En general, se establece que los ictus deben ser tratados en menos de tres horas por el equipo de neurólogos para un buen pronóstico. Para ello, los médicos pueden tratar de inyectar medicamentos que disuelvan el coágulo o el trombo y recuperar el flujo sanguíneo, en caso de tratarse de un ictus isquémico (por taponamiento).

La prevención del ictus
En muchos casos, radica en intentar eliminar de la vida cotidiana ciertos factores de riesgo modificables. Los más importantes, tradicionalmente, son:
·         Tabaquismo.
·         Consumo excesivo de alcohol.
·         Hipertensión arterial no controlada.
·         Diabetes.
·         Colesterol elevado.
·         Obesidad.

IMÁGENES  DEL LA ENFERMEDAD DEL ICTUS