ICTUS
Bajo el término ictus se engloban todas las patologías cerebro
vasculares debidas a la interrupción, momentánea o definitiva, del
riego sanguíneo a alguna parte del cerebro, que aparecen de forma repentina.
El ictus ha llegado a considerarse una
de las principales causas de muerte en los países desarrollados. De hecho,
en mujeres es la primera causa; y en hombres la segunda, por detrás del infarto
de miocardio. Se consideran prioridad sanitaria; y son el motivo más habitual
de ingreso en cualquier servicio de neurología.
Ictus
isquémico: infarto cerebral y AIT
Este tipo de accidente cerebro
vascular es el más frecuente. Se produce cuando ocurre el taponamiento de la
arteria, lo que impide que la sangre alcance una zona del cerebro. Cuando esto
ocurre, ni oxígeno ni nutrientes llegan y las células sufren una lesión. Es lo
que se conoce como isquemia cerebral
Ictus hemorrágico
En este
caso, bastante menos frecuente, el problema es la rotura de una arteria, que
puede ser intracerebral (de dentro del cerebro) o de la superficie del cerebro
(cerca de las capas que lo envuelven, las meninges
Factores de riesgo de un ictus
Están asociados, principalmente, a edad, sexo, raza y antecedentes
familiares. Evidentemente,
Edad: según muestran numerosos estudios, a partir de los 55 años, es más
frecuente la aparición de ictus. Desde esa edad, por cada 10 años más, el
riesgo se multiplica por dos; y a partir de los 75 años de edad, ya es la
principal causa de muerte vascular, por franja de edad y década
Sexo: en mujeres, la muerte por enfermedad cerebro vascular es más
frecuente. Esto se explica porque a mayor edad, mayor probabilidad de sufrir un
ataque; y en las franjas de edades avanzadas predominan las mujeres, por su
mayor esperanza de vida.
· Raza: parece ser que las personas de
raza negra e hispanoamericana son más susceptibles de sufrir un ictus. Aunque
se cree que puede deberse a que las personas de raza negra son más propensas a la hipertensión arterial y a la diabetes,
no parece claro que estos factores expliquen la gran incidencia de ictus en
ciertas razas.
·
Antecedentes familiares: si una persona
presenta en su familia pacientes de ictus y enfermedades cerebro vasculares,
tiene mayor riesgo de sufrir algún tipo de accidente cerebro vascular, en parte
por la herencia genética de algunos de los factores de riesgo.
Síntomas de un
ictus
Los síntomas de los ictus pueden variar considerablemente en función de la
región del cerebro que haya quedado exenta de sangre. Esto dificulta en gran
medida el reconocimiento del ataque. No obstante, de manera general, casi todos
los accidentes cerebro vasculares cursan con, al menos, alguno de estos
síntomas, de aparición repentina:
·
Trastorno brusco de la sensibilidad en cara, brazo o pierna en un lado del
cuerpo.
·
Debilidad muscular repentina, en un lado del cuerpo.
·
Dificultad para hablar o para entender lo que se está diciendo.
·
Trastornos de la visión.
·
Pérdida del equilibrio.
·
Dolor de cabeza de aparición repentina y de una intensidad elevada,
diferente a la habitual; que puede acompañarse de náuseas y vómitos, pérdida de
la consciencia o coma, si es un ataque muy grave. Más importante en los ictus
por hemorragia.
Diagnóstico de un
ictus
En gran medida, los síntomas que presenta el paciente van a indicar al
neurólogo la posibilidad del ictus. La exploración física puede ser útil para
que el médico sospeche qué área del cerebro está afectada (aunque los síntomas
de alarma son muy similares, hay síntomas muy específicos en función de las
distintas zonas del cerebro que pueden ser dañadas).
Tratamiento
de un ictus
En general, se establece que
los ictus deben ser tratados en menos de tres horas por el equipo de neurólogos
para un buen pronóstico. Para ello, los médicos pueden tratar de inyectar
medicamentos que disuelvan el coágulo o el trombo y recuperar el flujo
sanguíneo, en caso de tratarse de un ictus isquémico (por taponamiento).
La prevención del ictus
En muchos casos, radica en intentar eliminar de la vida cotidiana ciertos
factores de riesgo modificables. Los más importantes, tradicionalmente,
son:
·
Tabaquismo.
·
Hipertensión arterial no controlada.
·
Diabetes.
·
Obesidad.
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